Han pasado 200 años desde que Alexander von Humboldt bautizó a parte del corredor de los Andes ecuatorianos como la "Avenida de los volcanes". Tras aquellos paseos, el naturalista nos dejó una de esas frases para analizar con calma: «En las montañas está la libertad. El mundo está bien en aquellos lugares donde el ser humano no alcanza a turbarlo con sus miserias».
Aunque la ruta por el norte se inicie en la misma frontera con Colombia, la primera localidad de cierta relevancia es Otavalo.
La Avenida de los Volcanes debe su nombre a los 14 volcanes que rodean Quito, algunos de ellos se encuentran entre los mas activos del mundo.
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